martes, 8 de enero de 2013

Aitor Hernández, corredor de Orbea imparable en invierno

El corredor de Orbea lleva quince triunfos en la campaña de ciclo-cross

No duda en afirmar que “si hubiese carreras todos los fines de semana, para mí, mucho mejor. Y si encima hubiese una entre semana, perfecto. Soy un corredor de resistencia, que recupera muy bien de los esfuerzos, y cuantos más días compita, mejor. En eso tengo ventaja sobre mis rivales. Ten en cuenta que antes corría ocho o nueve meses al año”.

Al preguntarle si prefiere los circuitos embarrados, responde: “Lo que me gusta es que se hagan duros. Cuanta más dureza, mejor. Es en esos trazados donde se pueden hacer diferencias. También he ganado carreras en circuitos secos, como en Valencia o Puente Viesgo (donde se apunto el Superprestigio), pero las llegadas son más justas, te lo tienes que jugar al sprint y ahí siempre hay riesgos”.

El actual mejor corredor de la temporada invernal en Euskadi, no ha podido realizar todavía ninguna salida al extranjero, debido a que no tiene presupuesto para hacerlo.

“Claro que me gustaría correr algunas pruebas de la Copa del Mundo, sobre todo para ver hasta dónde soy capaz de llegar y ver si puedo terminar entre los quince primeros. Te queda la duda de lo que puedes ser capaz de hacer, del ritmo que puedes coger. Me he quedado con las ganas de hacerlo”

Mientras, continua acumulando victorias, su futuro deportivo no existe: “No tengo ningún 'sponsor' que me pueda permitir vivir de esto para la próxima temporada. Justo, justo, cubro los gastos de la temporada de ciclo-cross. Orbea me da el material, y eso es importante, pero tengo 30 años, un niño de un año y medio, y una familia que mantener. No puedo estar otro año así”.

Cuando finalice la actual campaña se dedicará a presentar, entre abril y mayo, dossiers en diferentes empresas, con el aval de sus triunfos, de la publicidad que podría conseguir en cuatro meses de invierno.

No se dedica al cien por cien al ciclo-cross: «Tengo una consulta de masaje y si alguien me llama para que le dé un masaje a las 11 de la mañana, cambio mis horas de entrenamiento. También tengo que cuidar a mi hijo. Tengo que estar tiempo de pie. Vamos, que no es que entrene todas las mañanas y me dedique por las tardes a descansar. También tengo otras obligaciones».

Realizó un curso de quiromasajista en Alicante y eso le permite completar sus ingresos: “También llevo la preparación de algunos corredores”.

No tiene ningún ídolo en el mundo del ciclo-cross: “No soy de los que siguen todas las carreras por internet o ven todos los resultados”. Dice que «no esperaba andar tanto, mis expectativas a principios de año no eran tan altas».

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